Astonishing X-Men #4. La historia me sigue pareciendo lenta, pero interesante. La pelea Kitty – Emma Frost es de las que llevábamos un tiempo esperando ver. Las intenciones del Club Fuego Infernal empiezan a aclararse. Los gags con Lobezno son, directamente, una pasada de divertidos (sobre todo por la caracterización que Cassaday le da). Y, luego, en la línea de Whedon, dos revelaciones finales que te dejan o con la boca abierta (la de la identidad de Perfección) o bastante indiferentes (lo de Coloso y Breakworld). Cassaday en su línea.
Los Nuevos Thunderbolts: Civil War. No sé si es porque esta serie sale cada X meses o si es por otras razones, pero me cuesta seguirle el hilo. Y eso que me encanta. No sé a dónde se quiere llegar con lo del Gran Maestro. Me he hecho un lío con lo del Espadachín y Zemo. Y, por si fuera poco, acaba metida (precipitadamente como todo lo relativo a ello) en la Civil War. En el bando pro – registro. Algo coherente, por otra parte. Me gusta mucho la idea de los Thunderbolts cazando a otros villanos para «reformarlos». Qué juego espero que le dé esto a Warren Ellis.
52. Semanas 1 a 5. No sé qué hacer. No sé si seguir o no adelante con esta serie. Cuenta con un par de ventajas: el precio y que me gusta la forma de contar la historia. Cuenta con una desventaja: no me interesa lo más mínimo lo que les pasa a los personajes que pululan por la serie, salvo lo relativo a la JSA, los Titanes y los Outsiders. Lo mismo pillo un par de números más para decidirme.
New X-Men #23. Definitivamente, si ésta no es la mejor serie de todo Marvel en estos momentos, pocas series se me ocurren que estén por encima de ella. Kyle y Yost enlazan todas sus historias a la vieja usanza, con una historia-río que engancha, que está bien escrita, que tiene momentos absolutamente dramáticos y otros que son, directamente, de los que pasarían a la historia si estuvieran en alguna de las series «mayores» de la Patrulla X. Así que no sé a qué esperan para ir a comprar toda la etapa de Kyle y Yost, que este último año ha sido de lo mejor de Marvel en mucho tiempo. Centrándome ya en este número, Iron Man y Miss Marvel llegan a la Iglesia-base de William Stryker y encuentran varios cadáveres, entre ellos el de Ícaro. Así que Carol, por su vieja relación con la Patrulla X, decide ir a comunicárselo. Y, de paso, dar la brasa con lo del registro. Tendremos, así, una de las mejores escenas de toda la Civil War, con Emma Frost dándole un repasito a Miss Marvel de los graves, crueles y dramáticos acontecimientos que han tenido que soportar SUS estudiantes (Emma está como nunca en esta serie) mientras Los Vengadores se dedicaban a ir por ahí obligando a los superhéroes a registrarse. Si todo esto ha pasado sin que se supiera la identidad de sus alumnos, a saber qué ocurriría si la Patrulla X aceptara el registro. Lo dicho, de antología esta escena, sobre todo esa en la que Emma usa sus poderes para meter a Carol en un ataud junto a Max Jordan, el último estudiante asesinado por Stryker. Y a ver qué nos depara este nuevo subargumento con Nimrod en busca de Forja y Tormenta.
Ultimate X-Men #7 y 8. Y de la mejor serie mutante a la más floja. Ah, no, que la más floja es la de Lobezno: Orígenes (con su infumable primer arco argumental). Pues a la segunda más floja. Kirkman se atreve a firmar este arco argumental con Elliott Boggs en plan villano y con poderes a lo «Proteus + Mente Maestra». Me abuuuurroooo. Lo más interesante, lo de Jean, el Fénix, la Iglesia Shi’ar y la bronca Coloso – Rondador Nocturno.
Y, el último hombre #10: Continúa el viaje de Yorick y, en esa ocasión, acaba en una sesión de sado de forma involuntaria cuando la agente 711 decida poner a prueba al último hombre de la Tierra para comprobar de qué pasta está hecho. Presenciaremos revelaciones de esas que muchos hombres no se atreverían a hacer, comprobaremos que la moral americana está muy enferma y, finalmente, veremos que Yorick es más importante aún de lo que creemos. Otra gran serie. De las que deseo leer nada más comprar.
Capitán América #21. Con el final de la batalla entre el Soldado de Invierno, el Capi, Sharon Carter, Union Jack y Spitfire contra Cráneo Rojo y el Durmiente. Y, de paso, más revelaciones y cabos sueltos. Gran guión, gran dibujo. Gran serie. A ver cómo soluciona Bru la papeleta de tener que meter sus tramas en la Civil War.
Distrito X: Subterráneo. Supongo que tendré que decir eso de «Más vale tarde que nunca» porque lo cierto es que este tomo me ha gustado mucho. Aunque ya lo daba por perdido, Panini finalmente publicó este tomo año y pico después de cuando le debería haber tocado y ya podemos disfrutar de las dos últimas sagas de la serie. La primera nos lleva a antiquísimos conceptos de la franquicia mutante adaptados al siglo XXI: el rechazo a las deformaciones que produce la mutación y los Morlocks. Con la historia del adolescente-gusano se nos introduce ante la realidad de muchos mutantes no tan agraciados como la Patrulla X, cuyos cuerpos han sido deformados hasta el punto de no parecer humanos. Esto ha hecho que los demás los hayan tratado como animales y que, en el caso del villano del tomo, han sido abandonados hasta por sus propios padres. Esto hará que, realmente, se comporte como un animal y cometa asesinatos, canibalismo, etc, Aprovechando que el malo vive en las alcantarillas, tenemos la presentación de un nuevo grupo de mutantes que viven en ellas, liderados por el telépata Melek y de carácter más pacífico que el grupo de Calisto. La segunda historia es más típica, con un mutante que descubre sus poderes mutantes, pero muy conmovedora, sobre todo con ese final en el que el joven, antes de saber que era mutante, conoce a la chica-mutante- de sus sueños. Lan Medina hace un muy buen trabajo a lo largo de todo el tomo.
Coleccionable X-Men 2 #15: finaliza la historia centrada en la Tormenta adolescente y la revancha del Rey Sombra. Hace su primera aparición Gambito (con los poderes de seducción que no ha vuelto a mostrar demasiado… al menos conscientemente), reaparecen Nanny (que los chicos majos de Panini llaman NanCy porque… porque no se fijan en lo que hacen, supongo) y el Creahuérfanos, los sabuesos (curiosamente, con el mismo traje llevarían en el futuro de Rachel Summers, así que el Rey Sombra algo tendría que ver en ese futuro) y, a continuación, vuelve él. Jim Lee. Dios. Y comienza a dibujar el arco argumental centrado en Lobezno, el Capitán América, la Viuda Negra, Madripur y tal. Historia mítica del Universo Marvel, vamos.
Patrulla X Extra Verano 1995: Guión de Glen Herdling (conocido en su casa) y dibujo de Ian Churchill en la historia principal. Calibán secuestra a Júbilo para que la Patrulla X le entregue a Dientes de Sable, como venganza por haber matado a Los Morlocks durante la Masacre Mutante. Kitty Pryde y Dientes de Sable se meten en los túneles Morlocks para rescatar a Júbilo. Sin ser una gran historia, se deja leer muy bien. Luego hay otras historias centradas en personajes como Bishop (echando de menos a Malcolm y Randall) y Pícara (una truculenta historia en la que Mística fabrica un androide para seducir a su hija). Otro aspecto interesante es un cuaderno en el que se comenta cómo se llegó al diseño de algunos personajes del grupo, como Fénix. Esta información también puede encontrarse en el libro de Julián M. Clemente «El precio de un sueño» (muy recomendable, por cierto).
Clásicos DC Los Titanes #1 (#3 y 4 USA): Los Titanes contra el demonio Goth. Me está gustando esta serie, a ver si sigue así. Humor, aventura, ideas un tanto alocadas, buen dibujo.
Factor X vol1 #3: Cíclope, la Chica Maravillosa, Ángel y el Hombre de Hielo se enfrentan con Torre para hallar el paradero de Bestia, quien está sedado en el laboratorio del Dr Maddicks. Éste investiga la mutación de Hank para hallar una cura para su hijo Artie, horriblemente deformado y mudo por su condición de mutante. Drama, odio antimutante, tiempos más sencillos… Esta serie empezó flojita flojita, menos mal que luego llegaron los Simonson.
X-Men vol 3 #20: Mike Carey ya ha conseguido que engancharme. No está, ni de lejos, al nivel de New X-Men (la serie actual, la de Kyle y Yost, no la de Morrison) pero apunta maneras para ser una serie con un nivel excelente. Los Hijos de la Cámara son un grupo de villanos que tienen su interés, resultan bastante llamativos y son un soplo de aire fresco tras una temporada en la que los «malos» eran siempre los mismos: Los Centinelas y antiguos villanos. Sin embargo, el punto fuerte de esta serie es la interacción entre los personajes. Claro, que tampoco era difícil destacar con la pésima caracterización que Milligan dio a los personajes. Las relaciones entre los personajes del grupo están bien llevadas. La complicidad inicial entre Cable y Bala de Cañón, la relación de amistad que surge entre el Hombre de Hielo y Bala de Cañón, el encuentro entre Anole y Estrella del Norte, lo que parece surgir entre Mística y el Hombre de Hielo, la interacción entre Cable y Dientes de Sable (ese duelo de voluntades en la celda está muy bien realizado). Por lo demás, esta vez los villanos no presentan personalidades planas u objetivos poco claros. Al igual que la Patrulla X, Los Hijos de la Cámara sólo quieren sobrevivir, la diferencia está en que unos mediante la convivencia con otras especies y los otros destruyendo al resto. Está claro que el principal referente de estos personajes son Los Neo que creó Claremont, pero éstos están, por el momento, mejor realizados.
JSA Clasificado #2: El primer tomo, sin estar mal, me pareció que no era para echar cohetes. Sin embargo, este segundo tomo supone una clara mejora. Honor entre Ladrones, la primera historia, a manos de Jen Van Meter y Patrick Oliffe, supone una mirada desde dentro a un grupo de villanos. La Sociedad de la Injusticia es un grupo que había pasado alguna que otra vez por la serie principal y que aquí vemos a través de los ojos de uno de ellos, quizás el «alma del grupo», Icicle. No es una historia que esté especialmente bien levada, pero sí que deja buen recuerdo y tiene un par de giros argumentales interesantes. El dibujo de Oliffe cumple. La segunda saga, La Lanza y El Dragón, está a manos de Peter Tomasi y Don Kramer y, aunque es menos interesante que la anterior, se deja leer y cumple con dos semi Tie-Ins de las Crisis Infinitas 2 (que no sabía yo que transcurrían en fin de año, pero claro, tampoco me las leí ni pienso hacerlo). Lo más que me ha gustado es el artículo final del tomo repasando la trayectoria de la Sociedad de la Injusticia desde los años 40 hasta la actualidad. Son artículos como estos los que consiguen lectores y, probablemente, los que, a la larga, harán que DC arraigue en España en detrimento de Marvel, cuyas ediciones siguen sin contener «extras» de un mínimo de calidad (las presentaciones de Clemente cumplen y las de Raimon son adlianas, pero ya está, nada de artículos informativos para conseguir nuevos lectores).
Ultimates 2 #8: Y se acabó. Millar y Hitch culminan su etapa en The Ultimates y lo hacen con un especial espectacular en el dibujo y realmente soso en el guión. Normal porque el último número tiene 8 páginas de poster central (y sin chica desnuda) y el resto de las páginas son splash pages o semi splash pages, eso sí, dibujadas de la leche. Se atan cabos sueltos como lo de la Viuda Negra. Thor y los asgardianos derrotan a Loki. Los Ultimates dejan de trabajar para los USA. Tony Stark encuentra nueva chica con la que pasar el mes. Wanda flirtea con Ultrón. Mercurio tiene poses amaneradas, Hany Pym acaba en la cárcel. ¿He dicho ya que el dibujo mola?