Allen Francis Doyle, un héroe.

Como comentaba a principios de año, uno de los objetivos que tengo en mente para el 2011 es ver el Buffyverso en orden cronológico. Así, tal y como dije en su momento, retomé el visionado de Buffy en su tercera temporada y, una vez acabada, he comenzado a ver la cuarta temporada de la serie de la cazavampiros y la primera temporada de Angel en sus aventuras en L.A.

Ciertamente, Angel está aún lejos de alcanzar los niveles de grandeza que aparecerán en las siguientes temporadas, pero creo que hay que destacar un momento importante, creo que realmente capital, de la historia del Buffyverso que ocurre en el noveno episodio de la serie: Doyle, el ayudante de Angel a través de las visiones que recibe de los Grandes Poderes, se sacrifica para salvar a Angel, Cordelia y a un grupo de demonios mestizos como él. A lo largo del Buffyverso hubo y habrá otras muertes impactantes, como la de Jenny Calendar, pero, por primera vez, uno de los protagonistas indiscutibles caía en batalla. Un personaje a quien apenas acabábamos de conocer moría y nos dejaba un gran pesar. Doyle, un personaje casi patético en algunos momentos, se convertía en un héroe caído gracias a la excelente caracterización del personaje y a la enorme labor del malogrado Glenn Quinn.

Pero, ¿era una muerte inesperada? Siempre he defendido que Buffy trata sobre la complicada etapa en la que nos transformamos en adultos cambiando muchas cosas en nosotros mismos y en nuestro entorno y, además, la cuarta temporada, que es la que estoy viendo, aborda este tema específicamente. Sin embargo, Angel es la serie en la que todos los personajes ya se han convertido en adultos. Bueno, vale, Cordelia aún no, pero lo hará a base de golpes (o de visiones…) rápidamente. En Angel no hay sitio para las dudas porque tienen un alto precio. Así, mientras Buffy tiene como gran preocupación que Willow supere el abandono de Oz y busca el consuelo en los brazos de Riley, Angel y Cordelia, simultáneamente, despiden a su único amigo en L.A. y se dan cuenta de que su mundo, además de ser más solitario, es más peligroso y aterrador de lo que nunca imaginaron. Y lo que les queda.

No hay palabras para decir cuánto estoy disfrutando de este revisionado simultáneo de las dos series. Ni para expresar mi admiración por el universo desarrollado por Joss Whedon y su equipo.

Y que luego venga alguien a decirme que estas series son para niños.