En estos días he tenido la oportunidad de leer de un tirón la primera saga de Matt Fraction en Thor, dibujada por el español Pasqual Ferry. Había ido dejando su lectura aparcada durante meses por varias razones. La primera, porque la experiencia de leer el Iron Man de Fraction me llevó a pensar que la lectura del tirón sería más interesante que la de la grapa mensual. La segunda, porque el color «Bershka» que se ha aplicado a esta saga me echaba para atrás cada vez que abría un tebeo para echarle un vistazo. La última es que, en realidad, esta historia me ha dado bastante mal rollo desde el principio.
Tengo la teoría de que Matt Fraction debería centrarse solo en la escritura de series protagonizadas por grupos. Me gusta bastante su Patrulla X, pero su Iron Man me parece lento y excesivamente alargado. Y algo parecido le ocurre a esta saga de Thor. Siete números para contar el ataque de los Devoradores de Mundos a los Nueve Reinos del árbol del mundo y el retorno de Odín y Loki que me han parecido mal organizados, con personajes fuera de su rol habitual y actuaciones poco carismáticas.
Para empezar, he de decir que los villanos de esta saga son muy planos y sus motivaciones bastante simples. Su nivel de amenaza global es casi un chiste, ya que, tras atacar los diversos reinos y aniquilar a sus habitantes, el poder de Odín se basta para detenerlos en apenas unas cuantas páginas. Una amenaza que se esfuma no sin antes causar la muerte de Balder, un personaje principal cuya muerte tiene muy poca épica y es anticlimática. Y tampoco está nada claro su destino final. Además, en esta historia Thor decide resucitar (resulta que podía hacerlo…) a Loki porque, atención, echaba de menos sus días de infancia en los que jugaban y cazaban como buenos hermanos. Así que Loki resucita en forma de un adolescente trilero que parece no tener las malas intenciones que tuvo en el pasado. Además, Thor resucita (aunque hay que decir que no me enteré de cómo lo hace) a Odín para que éste use su poder, que creo recordar que estaba en manos de Thor, para sea el padre de todos quien se deshaga de unos enemigos a los que ni siquiera conoce. Lo dicho, un guión que es un desastre desde la primera página hasta la última
Por otro lado, Pasqual Ferry también me ha dejado muy frío. Sus composiciones de página están bien, pero el dibujo me parece irregular en muchos momentos. Además, el colorista se luce al aplicar un coloreado psicodélico-Bershka a las páginas de Ferry que desluce el tono supuestamente serio de la historia y da ganas de parar la batalla para pedir un cubata.
En definitiva, es una pena que Fraction haya desaprovechado esta primera toma de contacto con Thor y que haya echado a perder el trabajo de autores anteriores con resurrecciones o muertes innecesarias.